En "El examen de maridos" aparece uno de los mejores personajes femeninos de la obra de Ruiz de Alarcón. Su nombre es doña Inés, a quien cortejan los caballeros más distinguidos. Ello da ocasión a la pluma de Alarcón para dibujar caracteres psicológicos que hallarán eco en Shakespeare y otros autores dramáticos. La abundancia de proverbios y refranes, el equilibro de las formas estéticas, el compromiso del autor con la verdad y la moralidad, etc., bien tratados y mejor conducidos a un desenlace apropiado hacen de esta obra un modelo supremo del choque entre la verdad y la retórica.
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