Autoridad espiritual conferida. Tal como Jesús ejerció Su autoridad (traducido del griego ‘exousia,’ que significa ‘el derecho de ejercer poder’ o ‘el poder de la autoridad’) bajo la conducción de Su Padre, del mismo modo nosotros ejercemos la nuestra bajo el mismo Cristo. La autoridad espiritual no es una cosa que se pueda tomar o reclamar, es algo dado y que se desarrolla en nosotros. Nuestra autoridad viene de Cristo, y es una autoridad conferida. Es un don de Dios que se hace una realidad en nuestras vidas y corazones. No conduce al orgullo por un lugar o condición, sino a la seguridad y confianza en nuestros espíritus (Rom. 8:16). Esta fue la clave de la autoridad que Jesús ejerció en las vidas de las personas que lo buscaron. La gente percibió en Él la autoridad del Padre (Mt. 7:28, 29). Tal autoridad, es la que tenemos en el ministerio, y no está basada en la confianza en nosotros mismos, sino en lo que Jesús puede hacer (Mr. 16:16–18; Col. 3:17). Aquellos que conocen a Jesús y actúan según Su voluntad, pueden hablar y actuar en Su nombre y en Su poder, y pueden llevar a la.
Monday, May 21, 2018
La Autoridad Espiritual y Dones del Ministerio: Departamento de Educación Teológica de la Editorial Universitaria Libertad
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