En pleno fragor de la I Guerra Mundial, poco después de que en Zurich naciera el dadaísmo y en Rusia el suprematismo, en Holanda un reducido grupo de artistas se reune en torno a la revista De Stijl. Pocos meses después el grupo se consolida, dando nacimiento al movimiento neoplástico. Frente a la carga dramática del expresionismo alemán o la sensualidad del cubismo francés, el neoplasticismo parece incorporar en el arte moderno el rigor y austeridad de los Países Bajos. Mediante un detallado estudio histórico del grupo y un análisis de las obras artísticas y las ideas estéticas de sus autores, se intenta calibrar en esta obra hasta qué punto esa apariencia de orden y rigor con que ha pasado a la historia el arte holandés está justificada, a pesar de señaladas excepciones, como Rembrandt o Van Gogh. En El espejo del orden se delimita a lo largo de la historia de este movimiento lo que en él hay de exactitud, mesura y control y lo que hay de misticismo, irracionalidad y utopía. Las obras neoplásticas transmiten hoy un anhelo de orden, pero de un orden que es una imagen creada de un mundo inexistente, de una construcción deudora del deseo.
Saturday, March 24, 2018
El espejo del orden (Arte y estética)
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.